El gobierno ha aprobado un real decreto-ley que incluye una serie de medidas para reducir los costes finales de la factura eléctrica y financiar el desarrollo de energías renovables.
En primer lugar, se prorroga la suspensión temporal del Impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica durante un trimestre adicional. Esta medida, establecida anteriormente, se extiende para todo el segundo semestre de 2021, con el objetivo de permitir que los productores ofrezcan precios más competitivos y reduzcan los costes operativos para los consumidores.
Además, como respuesta al aumento de los precios de la electricidad, se establece de forma excepcional y transitoria una reducción del tipo impositivo del Impuesto Especial sobre la Electricidad, pasando del 5,11269632% al 0,5%. Esta reducción se ajusta a los requisitos de la Directiva 2003/96/CE y asegura que la tributación efectiva no sea inferior a 1 euro por megavatio-hora suministrado o consumido.
En el caso de la electricidad suministrada o consumida en usos industriales, se establecen umbrales mínimos de imposición, asegurando que el importe a pagar por el impuesto no sea inferior a 0,5 euros por megavatio-hora suministrado o consumido.
Además, se amplía el importe de los derechos de emisión de gases de efecto invernadero que se destinarán a la financiación de los costes del sistema eléctrico. El presupuesto inicial de 1.100 millones de euros se incrementa a 2.000 millones de euros, lo que permitirá una reducción automática de los cargos del sistema eléctrico y fomentará el desarrollo de energías renovables.
Estas medidas buscan aliviar la carga de los consumidores en un contexto de aumento de precios de la electricidad y promover la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. Asimismo, se busca garantizar la sostenibilidad económica y financiera del sistema eléctrico, cumpliendo con los requisitos establecidos por la legislación vigente.
